La Sociedad Española de Sanidad Ambiental (SESA) y la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS) han emitido un pronunciamiento conjunto a raíz de la preocupación detectada sobre si los sistemas de aire acondicionado pudieran favorecer infecciones del virus por SARS-CoV-2.

Ambas entidades concluyen que la probabilidad de que el virus entre en los sistemas de climatización o extracción de aire habituales y se difunda por sus conductos de distribución, “es muy baja”. No obstante consideran que en se debería “garantizar una renovación suficiente” del aire, captándolo en el exterior “en un lugar apropiado”.

Asimismo, se muestran partidarias de la apertura de ventanas para renovar el aire en locales públicos, “antes, después y durante el funcionamiento de los servicios de climatización”. También indican que esta práctica “podría no ser necesaria” si el sistema proporcionara una “alta renovación de aire”. Si el edifico no pudiera realizar esa ventilación de forma natural o forzada, “tendría que recurrir a sistemas específicos de higienización del aire”, indica el informe.

Estas entidades despejan también en el documento los interrogantes recogidos por los medios de comunicación sobre la capacidad del virus para reproducirse en las instalaciones de aire acondicionado. Manifiestan rotundamente que no tiene “ningún sentido” plantearse esa cuestión porque el virus “no se puede reproducir sin invadir células humanas”. En consecuencia, señalan que la limpieza de conductos o el cambio de filtros de aire exterior que se realice con este fin “no tiene ningún efecto práctico”.

Ante un caso sospechoso de COVID-19 en un edificio o establecimiento, la Guía recomienda que el espacio donde se haya alojado la persona con un posible positivo sea ventilado durante un tiempo mínimo de cuatro horas. La ventilación debe comenzar al menos dos horas antes de que comiencen las labores de desinfección. El protocolo de limpieza y desinfección del espacio recomienda incluir las rejillas salida y entrada de aire; la extracción, la limpieza y desinfección del filtro interior; y la limpieza y desinfección de la unidad interior, pulverizando una solución desinfectante.

Fuente.: Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laborales (OSALAN)

AIRE ACONDICIONADO Y COVID