La ley cumple 30 años y su reforma está en negociación con agentes sociales. Lamentablemente la representación de los técnicos de prevención ni está ni se le espera.
No miremos para otro lado, la culpa es de nuestro colectivo.
- El borrador de la reforma amplía la definición de condiciones de trabajo para incluir factores que afecten la salud mental y física
- Se introduce el impacto del cambio climático en la seguridad laboral, considerando riesgos graves por fenómenos meteorológicos extremos y permitiendo a los trabajadores no acudir en determinadas circunstancias
- La perspectiva de género y edad se incorpora en la prevención, reconociendo diferencias en la exposición a riesgos laborales y sus efectos en la salud
- Se refuerza el derecho a la desconexión digital y la obligación empresarial de adaptar el trabajo a la persona, con especial atención a los riesgos ergonómicos y psicosociales
- Se amplía la vigilancia de la salud laboral, incluyendo exámenes desde el inicio de la relación laboral y tras ausencias prolongadas, considerando factores como edad y sexo.
- Se propone la inclusión de variables laborales en bases de datos sanitarias y el refuerzo de las especialidades de Medicina y Enfermería del Trabajo
- La formación en prevención será presencial y obligatoria en casos de daños a la salud o insuficiencia de medidas preventivas, con programas específicos para delegados de prevención
- En el sector público, se impulsará la adaptación de puestos de trabajo para personas con discapacidad o en retorno tras enfermedad
- Se reducen los límites para que las empresas deban contar con delegados de prevención y asumir directamente la gestión de la prevención solo en plantillas de hasta 10 trabajadores
- La reforma busca actualizar la normativa para responder a los nuevos desafíos laborales y garantizar una protección más eficaz para las personas trabajadoras.